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viernes, 12 de septiembre de 2008

Solo creo en mí


No, aún no he llegado al ombliguismo mayor, ese que relativiza todo el universo y dice que la verdadera democracia es aquella donde todas las opiniones valen y ninguna es correcta. El título del post alude a una línea de la canción "God" que aparece en el disco John Lennon/Plastic Ono Band, el primer disco oficial solista de John Lennon de 1970. Empezando una costumbre y sacándole el máximo jugo musical al YouTube seguiré posteando playlists de álbumes que me gustan y que, además, son clásicos más o menos consensuados, todos escogidos bajo el lema "más música y menos fútbol". Así que las sorpresas quizás no sean muchas, por lo que si tú, visitante, pasa por aquí y ya lo has escuchado todo, pues entenderás que los posts no van dirigidos a ti, salvo como una llamada de la nostalgia.

Volví a ver el muy buen documental Imagine (1988) por casualidad el fin de semana pasado y de ahí me reconecté con John Lennon. Ergo, este post. De todo lo que se muestra creo que lo mejor, o lo que más me gusta, es cuando un chico hipposo de mirada perdida y barba crecida ingresa a los terrenos de Tittenhurst Park -el gigantesco hogar de John Lennon en Inglaterra entre 1969-1971- para buscar a su ídolo. Éste le da el encuentro algo sobresaltado en una puerta lateral. El diálogo entre los dos es el mismo que se daría entre un creyente enajenado y un dios que transformándose en hombre secamente le dice: "dios no existe". Mientras el chico alucinado ve mensajes ocultos en todas las letras y jura que el beatle le está hablando a él, Lennon con voz aterrizada le responde (parafraseo de memoria): "pero si solo hablo de mí y a lo más de Yoko". "Pero todo encaja", responde el chico. "Todo encaja si quieres que encaje", dice Lennon impaciente. Esta escena representa el fin de una utopía y un buen bautizo de realismo para los setentas. Creo que la blogósfera necesita un Lennon que diga otra vez: the dream is over.

El Plastic Ono Band tiene y no tiene el sonido beatle. Lennon deja de lado algo del preciosismo melódico lleno de ganchos del pop que tuvo el honor de inventar en la década pasada para dejar que un ánimo bluesero y bastante austero llene todos los tracks, la mejor manera de que las letras tomen protagonismo (y de las mejores que jamás escribió): desde la durísima "Mother" hasta "I found out"; pasando por "Working Class Hero" y "Isolation", y rematando con "God" donde se cantan las célebres palabras:

I don't believe in Beatles
I just believe in me
Yoko and me
And that's reality

Es el disco del descreimiento, a pesar de "Love", un momento de convicción erótica. Pero el momento es breve, porque el final solo muestra el anhelo frustrado de una canción infantil que dice: "mi mami está muerta". Qué disco.

Aquí va, con la batería de Ringo Starr y la co-producción de Phil Spector.



Las letras aquí.

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