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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Al día siguiente


Inspirado por algunos bloggers que prefieren ver el otro lado de las cosas -Silvio Rendón, el Jorobado que se fue y regresó y el Morsa que usa la caja de cambios a discreción (1)-, este espacio también se pondrá algo antipático con "este mundo sin Peru21" como algunos/as lo vienen sufriendo. Pronto veremos camisetas con la efigie de Augusto Álvarez Ródrich, pins y hasta una canción-homenaje seguramente cantada por esas chicas que hicieron la canción de Magaly, miembros de un grupo cuyo nombre no recuerdo. Las manifestaciones culturales de coyuntura también sirven para envolver pescado.

  • Peru21 no ha sido "cancelado". Sigue en los kioskos y aún está por verse quién lo dirigirá. Como proyecto nació de El Comercio. 

  • Como se sabe el Grupo El Comercio agrupa varias otras publicaciones: Peru21, El Trome, El Comercio propiamente dicho, Gestión, Somos, todas regidas por los famosos "Principios rectores" ¿Qué Comercio eres tú?

  • Un principio rector interesante es aquel que orgullosamente reza: "El Grupo El Comercio propugna difundir informaciones que entretengan y eleven el horizonte cultural y espiritual de sus lectores." Eso incluye a La Malcriada del Trome y titulares de importante necesidad como "Lo masacran por no pagar caldo de gallina" o "Masacra mujer porque no le sirvió la comida: Borracho le clavó verduguillo en cara y la arrojó en basural”, entendiéndose que los espíritus a elevarse se distinguen por las monedas que se tengan en el bolsillo.

  • Aunque el clon de Ocram (2), el usualmente lacrimoso José Alejandro Godoy, lo subraye, no es tan cierto que se hayan violentado los principios rectores que AAR citó en algún comentario del pasado. La Constitución de El Comercio también está sujeta a interpretaciones auténticas en líneas como: "las decisiones de los directores periodísticos se deben enmarcar en estos principios rectores" (3). Dicho sea de paso, aunque no está de más decirlo: los que no pertenecemos al grupo no estamos obligados a obedecer los principios rectores.

  • ¿Me parece o solo a mí me ha parecido demasiado escueta, gris y displicente la explicación de AAR sobre su salida? Otros quizás la llamen comprensible. Lo único evidente -dado el silencio- es que el lector es el que menos importa. La próxima vez que lea un pedido de "transparencia" en las páginas de El Comercio no haré caso. O quizás valga la pena corregir: en ciertos casos los principios rectores siguen rigiendo aun cuando ya no pertenezcas al grupo. Pero eso quizás tenga otro nombre.
  • Con todo, aunque el tema sea legítimamente un asunto de debate público, hay que comprender que las decisiones de una empresa privada jamás le pertenecen al público. Ponerse ahora la camiseta de Peru21 es similar a cuando algunos se pusieron la de Wong en señal de protesta cuando pasó a manos de capitales chilenos. La diferencia es que el traspaso se hizo muy planificadamente en el último caso. 

  • Marco Avilés de Etiqueta Negra tuvo la ilusión de que todos los periodistas renuncien. Delirante. Aunque Avilés escriba su elegía en términos de "cuentas por pagar", empleabilidad, dignidad, etc. una renuncia general implicaría que todos en Peru21 piensan como AAR. Y yo que creía que era un diario plural. Los columnistas que partieron tuvieron una razón de peso: fueron invitados por el director. Y si cae el premier, cae el gabinete. Hay algo de pésimo gusto en eso de sacar la plata públicamente en cara para sopesar decisiones laborales personales.

  • No todo en la vida es política. Peru21 no me convencía como diario en general. Buenos colaboradores, sí, pero demasiado fútbol, nalgas, espectáculos, chismes y muy poco debate de ideas fuera de la política. Aunque los politibloggers se desvivan por la menudencia de la cosa pública, la calidad de vida de un ser humano no está definida por su permanente atención a ella. Felizmente. 

  • El gran éxito de Peru21 más allá de los colaboradores -la mayoría algo aburridos de estilo- fue su forma de comunicar. Para mí esta es la gran lección y el gran hallazgo. Hay un público lector joven ávido por enterarse de cosas, de aprender, de husmear, de tener puntos de vista distintos. Esperemos que alguien se anime en el futuro a lanzar algo con contenido más nutritivo y sin vivir bajo el influjo de los líricos "principios rectores". Alguien con dinero, claro.

Actualización: Buenas sugerencias en Puente Aéreo.

(1) El Morsa pasó de cabeza caliente a fría en dos posts, o sea, de indignación a indignación ma non troppo.

(2) Compárese posts sobre el estrenado blog de los ex-columnistas de Peru21 en sus espacios respectivos.

(3) Me gusta esta otra línea: ii. No todo lo que el periodista debe cumplir está escrito en estos principios. Por tanto, para lo no enunciado priman el criterio, el profesionalismo y la ética. No se arguya pues, como disculpa fácil para incumplir una obligación, que esta no se encuentra explícitamente señalada en los Principios Rectores o en los consecuentes libros de estilo.


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