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martes, 16 de febrero de 2010

Buscando votos en internet

Aunque ya es un cliché decir que los candidatos políticos necesitarán tener presencia en internet durante sus campañas hasta ahora no queda claro el cómo. ¿Qué van a hacer exactamente? Después de analizar profundamente y con pipa en la mano el comportamiento de los navegantes en la red especulo sin mayor rigor sobre distintas tácticas. No se preocupen, no cobro.

Idea 1: la campaña más básica y tonta sería la de infestar la red con banners en los que el candidato aparece sonriente con la mano en alto y el eslógan escrito en altas. Una vez que haces click sobre cualquiera de ellos serás redireccionado a la web oficial donde, si quieres, podrás ver el plan de gobierno (o más fotos). La verdad, una campaña propia de un internet de hace diez o quince años.

Idea 2: armar un batallón de blogs, todos muy transparentes en sus filias y sus fobias y todos dedicados a la campaña en el sentido más guerrero de todos: hablar pestes de los rivales y maravillas del respaldado. Saber o no la identidad de los que escriben sería secundario. Es lo que sucedía con Pepitas.com.

Idea 3: armar un ejército de comentadores que, con estilo espontáneo y hablando el lenguaje del pueblo, dejan su opinión "libre" e "independiente" sobre los candidatos en los distintos foros de la red: desde blogs hasta diarios online; desde Hi5 hasta YouTube. No es poca cosa: los vídeos de temas peruanos arrastran en YouTube, por ejemplo, debates ferocísimos, que casi siempre terminan en insulto a algún chileno y la defensa sin murmuraciones del pisco. Sin duda, remueven conciencias.

Idea 4: armar un ejército de rebotadores de noticias vía foros, Facebook o Twitter. Esta idea es ligeramente más sofisticada, porque no requiere que el rebotador editorialice o se manche con una opinión. Simplemente rebota y deja intacta su integridad. Es un modelo en el que cada rebotador es un agregador humano y, como tal, filtra y separa con mucho conocimiento de causa la noticia favorable de la desfavorable. Este comportamiento es muy común entre facebookeros o tuiteros conocidos. El rebote selectivo hizo que, hace poquito no más, un chisme que de haber sido sobre Castañeda hubiese incendiado la red, por el contrario se mantuviera en el más completo silencio, como si jamás hubiese existido o publicado, porque afectaba a uno de la collera. De que se puede, se puede.

Idea 5: campañas virtuales de corte social. Esta idea es más sofisticada aún porque viene acompañada de otra, muy antigua y clásica, sacada de los manuales de historia: el caballo de Troya. ¿Cómo funciona? Primero se concita la atención en la red alrededor de una idea que resulte absolutamente fácil de apoyar para todos. Campañas a favor de árboles, ballenas, la autoestima, o la paz, suelen ser unánimes, incontrovertibles e intrínsecamente culposas. El giro está en que, una vez que se logró armar un buen bolsón de seguidores, los mensajes de corte político empezarán a caer. Tome Pin y haga púm. Nunca será abierto y obvio. Pero de gota a gota se puede hacer un hueco en una piedra.

Idea 6: campañas virtuales por el "no". Esta idea me es sugerida por una página en Facebook como la de "No a Keiko". ¿Qué buscan precisamente estas personas? A no dudarlo: es una página política, pero ¿cuál es el efecto deseado? Sospecho que, a estas alturas de nuestra historia, pensar que el electorado tiene claro lo que quiere es propio de la ciencia ficción. El electorado no sabe lo que quiere, pero sí sabe lo que no quiere, que no es una mala manera de pensar. Es más, diría que es la forma más lógica de pensar si no se sienten muchas opciones. Deliberar internamente sobre nuestro voto entonces puede empezar por un "no", cualquiera que éste sea. Es por eso que ir husmeando al "antisistema" de una elección se ha vuelto tan importante entre analistas. Una vez que tal sambenito le caiga a algún candidato su campaña se volverá una cuesta sobre la nieve. Es como el juego de la pelota caliente: nada quiere tenerla una vez que la música se detenga. A todo eso apunta una campaña virtual por el "no" que, además, va muy bien con el ethos 2.0: en internet la mayoría se queja y pocos proponen. Hacer pichulitas y decir "basta" es mucho más rentable y "transparente".

...

¿Será así? No sé. Solo especulo sobre posibles mecanismos de propaganda online como espectador.

Por otro lado, leyendo esta nota de Caretas veo que también se piensa algo más: la recaudación de fondos, tipo Obama 2.0, del ciudadano de a pie. Pero esta idea se topa contra un iceberg: ¿es que acaso una sociedad brutalmente sensible con sueldos de congresistas, ministros, policías y empleados públicos en general sería capaz de donar un solo sol a la campaña -léase bolsillo- de un político que, gane o pierda, se quedará con tu sol? Para eso tendríamos que superar el esquema mental del "no" y pasar al asertivo "sí". Todavía está difícil, muy difícil, o sea, casi imposible. Pero mejor que hablen los expertos.


Act: Un post de Paper Papers sobre el uso de las redes sociales por el gobierno de C. Kirchner.


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