Buscar este blog

miércoles, 5 de marzo de 2008

Heath & Nick


Me entero por la revista Rolling Stone -que además acaba de publicar su respaldo al candidato Barack Obama- sobre la obsesión del actor recientemente fallecido Heath Ledger por el cantautor y extraordinario guitarrista inglés Nick Drake. Ledger, después de interpretar a Bob Dylan en I'm not there, confesó que durante algún tiempo intentó volver realidad el proyecto de una biopic sobre el cantante. A más de un mes de su muerte, los exhumadores de lo siniestro empiezan a ver coincidencias: Drake murió de una sobredosis de pastillas en 1974, evento que hasta ahora no se sabe precisamente si fue suicida o no. Lo que sí es un hecho, sin embargo, es que tanto Drake como Ledger sufrían de agudas depresiones. Y quizás por eso el actor lo homenajeó dirigiendo y filmando él mismo un video de la preciosa canción "Black Eyed Dog" -lo último que jamás grabó Drake-, una referencia explícita a la depresión que el inglés tomó de Winston Churchill: el "perro negro". El video merodea por internet y en la siguiente nota se lo comenta:



La celebridad de Nick Drake ha crecido con el paso de las décadas hasta volverse casi un objeto de culto mainstream -recuerdo una mención a Nick Drake en la muy popular serie adolescente Dawson's Creek-, pero a pesar de eso su música mantiene un extraño embrujo que la hace todavía inasible. Sólo lanzó tres discos en su corta carrera y, despúes del primero, se encerró por completo alejándose del público y de su familia aplastado anímicamente por un tour en el que todo salió mal. Sus males llegaron a tal punto que en sus últimas grabaciones no podía tocar y cantar al mismo tiempo, como era lo habitual: tuvo que grabar ambas pistas por separado por lo nervioso e inseguro que se sentía (póstumamente se lanzó Time of No Reply que contenía todo lo otro grabado por Drake, que no fue mucho más).

Muchos relacionan a Nick Drake con otro cantautor de guitarra fallecido en circunstancias trágicas: Elliott Smith. Pero más allá de la melancolía y el folk, creo que sus estilos son distintos. Smith, un beatlemaníaco de corazón, nunca dejó de hacer melodías que se movían con soltura por arriba y abajo de sus escalas escogidas. Drake, más bien, tendía a ser monótono, reiterativo y en sus más brillantes momentos, casi hipnótico. La guitarra era la otra voz que lo acompañaba y que le daba color a sus lamentos. Si tuviera que relacionarlo con alguien sería, curiosamente, con Steven Morrissey, otro experto en cantar pocas notas -o una sola por largas secciones- y que siempre estuvo maravillosamente escoltado por Johnny Marr.

En YouTube se puede encontrar el breve documental holandés "A Skin Too Few: The Days of Nick Drake" (2002). La gran influencia musical que fue su madre, su paso por Cambridge y su paulatino deterioro mental está contado por algunos amigos cercanos y, sobre todo, su hermana. El filme es tan elegíaco que casi frisa con el homenaje y lo inspiracional. Los que quisieran conocer algo más de la música del inglés quizás se sientan frustrados. De todos modos, vale la pena verlo.



Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5 y final

Datos personales

Archivo del blog