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jueves, 27 de agosto de 2009

Sangrecitas periodísticas

Cruzando un rubicón de estiércol. Con los sonados casos de muertes violentas dignos de portada, se suele decir que el ojo periodístico se fija primero en el origen social de los implicados para decidir si respeta sensibilidades o no. A estas alturas, creo, esa idea está contradicha por la realidad. El caso Tudela fue un circo lamentable de entrevistas forzadas a un anciano vulnerable y el de la Fefer -donde también hay mucho dinero en juego- empieza a generar ya un antisemitismo criollón en la red. El hombre más poderoso de internet rebota un post ajeno titulado "Asesinato Kosher" para subrayar una pepa que no es tal: una travesura vándala de universidad convertida en la verosímil prueba de una autoría de asesinato. Pero, además, el post citado desentierra un correo electrónico con el que se intenta pintar de cuerpo entero -valga la figura- la psicología de una de las implicadas. Tengo la impresión de que con esa misma lógica se eligen a los blogstars.

El estiércol en la TV. Pero quién sabe si el origen del caca-periodismo de blog tiene su modelo mayor en lo que se hace en la TV (con lo que quedaría descartado el tema de la tan mentada "independencia" de la blogósfera). Ayer Beto Ortiz insinuó con sonrisa cachosa y poco autoconvencimiento que revelar la aún no probada homosexualidad de una celebridad de TV -supuesta pareja, conocida o amiga, no se sabe qué, de una de las implicadas en el asesinato de Myriam Fefer- era una clave que la policía debía investigar. Es decir, si una celebridad se acuesta con la implicada es porque algo debe saber. A jalar el wáter.

El uso del subjuntivo. Pero claro, al final, Ortiz -ducho en su trabajo- nunca afirmó nada. Su enredo argumentativo estuvo hundido en un mar de "quizás", "podría", "supuesta", "quién sabe", "a lo mejor", etc. Además, mostró unas fotografías que tampoco probaban el punto. El "subjuntivo" ha inventado para el periodismo una nueva forma de argumentar sin consecuencias legales: el indicio. Es lo que sustenta las secciones "sin confirmar" que persisten todavía en la prensa local. El subjuntivismo tiene dos funciones básicas: la intención deliberada de echar sospechas rumoreadas sobre algo o alguien; o lanzar una información que se sabe cierta, pero que no se puede probar.

Lo que le faltó a Godoy. Y fue subjuntivismo lo que le faltó al periodista J. A. Godoy según el ex ministro Jorge Mufarech en entrevista de César Hildebrandt anoche. Mufarech entendía perfectamente bien la diferencia entre insinuar o afirmar. Como también la diferencia entre linkear y glosar lo linkeado. Los linkeados por Godoy, según Mufarech, usaron condicional. Godoy no. ¡Pum! Lo curioso es ver cómo una diferencia tan obvia y fácil de comprender intenta ser reversionada por algunos teóricos como una absurda denuncia hecha por ignorancia: una supuesta falta de conocimientos del uso de internet que dibuja una brecha generacional que separa a los jóvenes capitos con el browser de los viejos mastodontes que no saben nada. ¿Cuentazo? (dicho sea de paso, poner preguntas en ciertos momentos es otra forma de subjuntivismo). Sí, cuentazo.

Hablan los expert@s. En la última columna del hombre más poderoso de internet que trata sobre el "derecho de linkear", la especialista en TIC Maite Vizcarra -que escribe en Semana Económica, la de la encuesta del Poder- deja el siguiente comentario:

la participación activa y desconcentrada en la creación de opinión pública mediante los blogs/otros, implica una redefinición del rol de la ciudadanía que cada vez más reclama un “poder propio” o “poder directo” sobre su vida cotidiana, al mejor estilo de las “democracias avanzadas” del resto del mundo".

Remata su comentario con un reconocimiento:

P.D.: Un reconocimiento a los que transgreden en respeto: @ocram,@elmorsa,@jgodoym


Hablan los expert@s 2. Lo interesante es que el último post del blog de Maite Vizcarra -anterior al comentario en el post del "derecho a linkear"- era una crítica durísima a la idea del "lonche gratis" defendida a costa de la lógica por el hombre poderoso de internet. Básicamente dijo que esa idea era un cuentazo y, siguiendo a un profesor de la universidad, a ella también le preocupaba, y lo resaltó, "la efervescencia por opinar hoy de todo".

Hablan los expert@s 3. La nueva idea de Vizcarra sobre la opinión -en la que el énfasis está en su poder para crear ciudadanía y no en la defensa de la opinión experta y remunerada- es similar a la que acaba de postear el experto en internet Roberto Bustamante (a) El Morsa en su blog. Dice Morsa:

¿En qué medida la web rompe con el centro y sus periferias? (...) En la web no hay centro sino nodos. No hay tampoco periferia. Todo se encuentra en la frontera de algo más.

Lo deja como pregunta. A ver si podemos colaborar con una respuesta.

Habla el amateur. Primero lo primero. Teorizar sobre internet es estupendo, lindo, estimulante y hasta emocionante. Pero, toda teoría necesita probarse en la realidad, aterrizarla, conectarla con casos específicos, con pruebas, y ver si se sustentan o no. Hago una analogía con la teoría sobre la democracia. Decenas de países comparten la misma teoría, pero en cada país la forma de ejercerla es distinta. En cada país la democracia tiene una cara diferente, particularidades que la hacen única, a pesar de que como abstracción sea quizás lo mismo. Por ejemplo, si analizásemos el régimen de Fujimori solo tomando en cuenta su formalidad -división de poderes, elecciones, etc- la historia contada sería muy distinta, pero dudo que más verdadera. Lo mismo con la vida en internet. Reclamar ciudadanía para la opinión bloggera o decir que no hay "centros" ni "periferias", suena bien en el laboratorio. Pero, ¿qué encontramos si bajamos al llano? ¿Dónde están los casos?


Habla el amateur 2.
Yo les doy los casos. Por ejemplo, sería interesante analizar cómo funcionan las campañas en internet, de la que el propio Morsa es participante. Sería interesante analizar cómo así el hombre más poderoso de la red es un periodista profesional con decenas de contactos en los medios tradicionales cuyo trabajo es, básicamente, rebotar a los colegas y no hacer desde hace mucho trabajo propio y original. Sería interesante saber cómo así tres de los bloggeros más populares trabajan en conjunto sus rebotes e informaciones, con qué intenciones y con qué agendas políticas detrás (godoy, morsa y supermán). Sería interesante saber cómo se sustenta la "independencia" de los blogs si los blogs más populares se han vuelto un espejo de los medios tradicionales (caso Godoy y denuncia de Mufarech). Sería interesante saber por qué se insiste en decir que si un político no sabe manejar las herramientas de internet no tiene opciones electorales de cara al 2011. Sería interesante saber a quién le conviene decir eso. Sería interesante saber cómo así y por qué los medios tradicionales rara vez entrevistan -si es que ninguna- a bloggers que no son parte del cogollo amistoso creado desde Perublogs hace un buen tiempo atrás. Sería interesante saber cuál es la relación entre Javier Albarracín y Rolando Toledo en la creación de estos "centros" o "centralizaciones" de información, el primero con su directorio y el segundo con La Mula. Sería interesante saber cómo es posible que La Mula tenga un editor (!). Sería interesante saber cómo se sustenta la figura del "editor" en un supuesto mundo sin centros, en una nueva forma de opinión ciudadana con la acumulación de blogs, o en ese reclamo masivo por la "opinión propia". Sería interesante saber cómo así el experto que dice que no hay centros sale en la publicidad del concurso de los 20 Blogs peruanos diciendo que todos la van a pasar "mostro".


Habla el amateur 3
. Es decir, hay mucho pan por rebanar. Y se lo rebana observando casos específicos en tierra, no en las nubes. Mi impresión es que internet está reproduciendo las mismas desigualdades que se ven en la vida "real", pero de una peor manera. La vida de los medios tradicionales no oculta que trabaje con jerarquías. Pero el mundo de los blogs es muy distinto: sus teóricos insisten en su falta de jerarquías cuando por lo bajo está lleno de ellas. Un mundo transparente con jerarquías hace clara las reglas de juego para subir en la escalera. En los blogs esa transparencia no existe: nadie sabe quién trabaja para quién porque lo que importa es la recreación de la identidad a través de un nick o de la construcción de un ego virtual vía blog, facebook o twitter. Ser otro suena paja, pero un neoautoritarismo se cuela fácilmente en un sistema así. Porque los aventajados pueden aprovecharse. A la larga es el mito de Superman como trampa: le da la oportunidad al poderoso de disfrazarse de persona común y corriente justamente para que no se sepa quién es, ni cómo influye, manipula o transforma. Los blogs hacen posible un deus ex machina constante en la información. He ahí el peligro y he ahí lo que se ve. ¿Qué dice la teoría al respecto?

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