Ahora, los amiguetes del “Internet libre” están intentando convencer al público de que sólo unas pocas celebridades ricas y compañías poderosas protestan por la piratería porque quieren hacerse aún más ricos.
A los piratas les gusta verse a sí mismos como modernos Robin Hoods. “Estamos robando a los ricos y dando el botín a los pobres”, dicen.
¿No se les ocurre pensar que en realidad están robando a miles y miles de personas en todo el mundo normales, muchas de ellas pobres, que en su mayor parte ni siquiera son vistas en pantalla pero que dependen directa o indirectamente de las industrias creativas para su sustento? Estas personas necesitan a toda costa su sueldo, los pagos de tasas residuales, su pensión y la cobertura de sus planes de salud. Robarle a esta gente no es una labor nada noble. Es el aspecto más despreciable de la situación en la que nos encontramos.
El discurso completo para la Cumbre Mundial del derecho de autor (2009) aquí.