Beso a la española que por un momento imaginé francés.
Pensé que eran los efectos del sueño que me persigue. Acabo de llegar a Lima después de tres aviones, veintitantas horas de vuelo y un drástico cambio de 13 horas. Pero la fotografía de los reporteros gráficos de este diario me lo ha confirmado. Alan besó a Hu, y para estos instantes ya puede llamarlo Jintao.
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Alan acabó con 4.000 o 5.000 años de tradición china.