Gracias a la crónica de Tom Pellman de Living in Peru me entero recién de una de las frases -citada arriba- de Liam Gallagher durante el show de Oasis, una que la mayor parte de los asistentes al Nacional no comprendió. La gente deber haber aplaudido. Ironías de la vida y del rockstar.
Por otro lado, el hermano Noel se sorprende de los 48,000 asistentes en su blog de MySpace. Al parecer, la cifra "oficial" oscila entre 40 y 48 mil. Las peleas con Liam siguen. Noel afirma que su hermano es flojo y que solo se dedica a buscar nuevas técnicas para ponerse la pandereta en la cabeza, acrobacia de vistosa performance también en Lima.
Los debates posteriores al concierto me llaman la atención. Se dividen en ítems varios, según he peinado en los muchos comentarios de la red:
a) Controversial uso masivo de cámaras y celulares. El asistente peruano de megaconcierto ha mostrado recientemente una versatilidad admirable. Puede a un tiempo saltar, corear, beber cerveza, fumar un huiro, comerse un pan con chorizo, abrazar a la pareja y documentar con cámara y/o celular gran parte del megaevento histórico. Los críticos de este comportamiento afirman que tal simultaneidad es imposible y que el complejo de periodista atenta contra el compromiso que todo fanático debe mostrar para con el artista. Debate abierto.
b) Mi zona es la más pilas. Así como existe la rivalidad Alianza-U, existe la rivalidad entre dos zonas claves de campo: las dos primeras. Siendo la más cercana al escenario también la más cara, leyendas urbanas de la zona inmediatamente posterior -y sensiblemente más barata- afirman que sus rivales no saltan lo suficiente ni se saben tanto las canciones como ellos. Lo cierto es que, al momento del show, es virtualmente imposible estar al tanto del comportamiento ajeno.
c) Seguridad. Si bien la entrada no generó problemas, la salida resultó una procesión de largos minutos para la gente en campo. ¿Problemas de organización o de infraestructura del Nacional? Que hablen los expertos. Tanto para el concierto de Iron Maiden como el de Kiss no se habilitaron las graderías altas laterales. Según nota de La República: "lo que podría representar algún tipo de riesgo en el coloso de José Díaz es la antigüedad de los alerones que cubren las tribunas Oriente y Occidente." Tienen más de 50 años. Según comentarios, estas tribunas sí fueron habilitadas para el concierto de Oasis. ¿Se repararon los alerones? Con todo, el Nacional pasará por un proceso de transformación quizás a fines de mayo. Según información de El Comercio el estadio se iría a cerrar -en subjuntivo- después de Iron Maiden. Bueno, eso no ocurrió.
d) Mi grupo fue mejor que el tuyo. Los debates binzantinos sobre cuál ha sido hasta el momento el mejor megaconcierto post-reducción de impuestos en la era Carranza resultan divertidos. ¿Soda Stéreo, REM, Fabulosos Cadillac, Iron Maiden, Kiss u Oasis? En algún momento me he burlado del patriotismo de cola y pogo, pero estos eventos están haciendo noticia afuera y se están convirtiendo en el nuevo termómetro de la hegemonía cultural del Pacífico. Colombia y Chile andan preocupados. Recordemos que Bogotá se considera a sí misma la "Atenas de América". Lima sigue siendo la "horrible".
Pero el más grande es: Jonas Brothers. Lamentablemente el concurso arriba delineado olvida que todos aquellos grupos perviven bajo la etiqueta de "dinosaurios". Lo de Soda fue casi un revival espiritista y con tablero Ouija. REM es una leyenda que se resiste a morir. Kiss es una marca y Oasis ya no es noticia en el centro del mundo musical (USA) salvo para burlarse de ellos. Pero una banda que viene en el cénit de todo su poderío de convocatoria, vigencia y fanatismo mundiales -y sin necesidad de tener geriatra a bordo- son los rockerófilos Jonas Brothers, que irán también a Chile, a Argentina y Brasil. He podido leer lamentos ecuatorianos por no poder tener a esta banda en Quito por ser excesivamente cara. De nuevo, envidias renovadas hacia Lima.
¿Quiénes más están en el menú? Al menos confirmado está Depeche Mode. ¿Quién más podría llenar un estadio? U2 y el muy rumoreado Paul McCartney.
¿Todo tiene que ser megaconcierto? Hay bandas muy meritorias que jamás llenarán estadios. Y algo que Lima no tiene son espacios adecuados para conciertos de afluencia media o baja. Maria Angola, Scencia, Vocé -Brett Anderson tocará aquí-, Vértice del Museo de la Nación. La presentación en el Jockey Club del divo Andrea Bocelli dejó extasiados a muchos, pero molestos a otros, pues, según testimonios, podían escucharse los bocinazos de los autos de las avenidas aledañas. Pero además: "sería tal vez porque se trataba de un concierto al aire libre mucha gente estaba en jean y menudeaban los vendedores de chorizan [sic], gaseosas, pop corn, barquillos y hasta bebidas energizantes.". Crónica de RPP.
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