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lunes, 7 de julio de 2008

La generación más estúpida


Hay cosas que siempre hay que explicar cuando se conversa con los entusiastas de la Web y uno intenta delimitar sus gustos: por ejemplo, creo que Facebook es una de las más grandes y estúpidas pérdidas de tiempo que se han creado, pero eso no hace necesariamente a sus usuarios unos estúpidos. Me inscribí porque alguien me dijo que era "mostro" -la versión peruana de "cool"-, pero a la semana me percaté de su manifiesta idiotez. Y, aún así, el que un usuario haga algo estúpido no lo hace incapaz de hacer cosas interesantes y con talento en otros rubros. Lamentablemente, con explicación y todo, la gente siempre se toma los comentarios personalmente. Y la réplica final es "será estúpido para ti", con lo que la discusión se termina echando mano a la seudofilosofía del relativismo en los gustos.

¿Pero no será lo anterior finalmente un síntoma de adolescencia? "El culto al amateur" de Andrew Keen debería cruzarse con "el culto al adolescente" para tener un cuadro más exacto de la vida online: el adolescente que es picón, que difícilmente suele ponerse en el lugar de la posición antagónica, el de los impulsos irreflexivos, el que tira la puerta cuando le dicen algo que no le gusta. Todos hemos pasado por ahí, y algunos, como yo, lamentando profundamente haber sido lo que alguna vez fuimos; lamentando, en suma, que la adolescencia sea este pésimo lugar mental donde se reclaman derechos sin levantarse de la cama, ni bañarse, ni siendo económicamente activos. Pero dejemos que el adolescente sea adolescente. Lo fregado es cuando al adulto no le parece una mala idea seguir portándose igual. No hay necesidad de lanzar la piedra: yo también he pasado por ahí, he puesto el freno de emergencia y he dado media vuelta. Unos lo llamarán con vigor y felicidad de no contagiados "conservadurismo". Yo prefiero llamarlo simplemente ser racional.

Aclaro un poco más el párrafo anterior: más fregado aún que un adulto que busca comportarse como adolescente, es un adulto apañador de la sinrazón de la adolescencia, un adulto que celebra, aplaude y felicita la estupidez. ¿Es que el avance de este coolness de la web 2.0 se debe a que menos adultos se sienten capaces de una buena réplica sin sentirse "autoritarios" o "reaccionarios? Algo de eso hay. Y si algún adolescente se ha sentido ofendido con este post porque siente que él hace rato que ha tomado el camino de la razón, pues vayan a él, lunar sorprendente, mis disculpas. Pero a los adultos les cabe siempre esa responsabilidad: señalar, replicar, responder, comentar y adjetivar cuando sea necesario. Es lo que hay que hacer luego de quedarse admirados de lo creativos, entusiastas y fanáticos que son los "chicos" mientras se va al cajero para pagar las cuentas de internet, su educación y, seguramente, esa fiesta de cumpleaños con la que siempre soñó. Qué frescos.

Post inspirado en esta reseña: The Dumbest Generation

Me pasaron esta notita. Es el tipo de noticia que inspira a los celebradores de la web 2.0. Para mí es una mutación bien extraña de la democracia. 

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