Y esta sí muy clara y con todas sus letras. El reclamo viene de Andrés Mendoza, el único jugador al que no se le redujo la pena en esta última perla de disciplina de los que manejan la selección peruana. De ser cierta -y no cabría pensar que no lo es- la denuncia es realmente valiente y debería traer cola. A ver si los periodistas deportivos -que en cada transmisión se ríen con apellidos que no pueden pronunciar y que siguen hablando de "morenos", jalados, etc. cuando comentan- se ponen los chimpunes con esta. Y otro tanto le puede ir a la FIFA, asociación que no permite que ni un mosquito entre a sus dominios, pero que podría reaccionar un poco al ver cómo sus autoridades afiliadas hacen caso omiso de un mensaje que, como se vio en esta última Eurocopa, ella misma se encarga de transmitir y divulgar: no al racismo.
Los jugadores contra el racismo:
Actualización 5 de julio: Uno ya no sabe si llamarlo incompetencia en su más puro estado o corrupción del más alto nivel. Uno de los comisionados, Norbert Lind, ahora señala que Pizarro es realmente inocente en el caso de indisciplina y que se lo marginó de la resolución de la Sala de Revisión de la Comisión de Justicia de la FPF. Como para cerrar el kiosko y olvidarse de la selección por un buen tiempo.
Otrosí: Otra de las cosas alucinantes es que RPP, de cobertura nacional, mantenga en el aire a esos tres fatídicos comediantes -no tengo idea por qué los han celebrado tanto de arriba a abajo, de izquierda a derecha por tanto tiempo- llamados Guillermo Rossini, Hernán Vidaurre y Fernando Armas. El grupo tuvo la genial idea de hacer la parodia del caso de discriminación arriba expuesto. "Negrito", "comegato", "dilo de tu propia bemba", "muy difícil que sea usted claro". Es simplemente a-lu-ci-nan-te la imitación que le hacen a Andrés Mendoza. "Yo seré negrito, pero soy decente". "¿Orgía? No sé qué es "orgía"? (aludiendo a la infeliz frase de uno de los dirigentes dirigida a Mendoza). "Te necesitamos, negrito, ah", dice Rossini mientras al fondo suenan maullidos de gato (!). Jamás los escucho, salvo cuando subo a un taxi y el conductor tiene la pésima idea de tenerlos sintonizados. Pero para comentar hay que escuchar (no sé como linkear el programa grabado, pero si buscan en la página de RPP es posible hallarlo). Cuando Ocram citaba el caso de un comercial que mostraba un blackface, ¿qué debemos pensar de un imitador que no intenta imitar a Andrés Mendoza sino que reproduce el habla estereotipada asociada a los afroperuanos? "Andrés Mendoza al estilo de Los Chistosos", dice el aviso de RPP, pero escribiendo esto a la 1am, lo único que se puede decir es que el tan mentado estilo es tristemente imbécil. "Control de calidad y control ético, ambos en el humor son indisociables", escribía Fernando Vivas hace un par de días. Ahí va otro caso de disociación.
1950 Blackface Performance: Vernon & Ryan