Quizás alguien haga un documental de aquí a treinta años sobre el furor de la Web 2.0. Mientras tanto, las miradas al pasado pueden ayudar un poco. Aquí se linkea un documental de la serie American Experience de PBS que cuenta la historia del Summer of Love a fines de los sesenta. La historia de la utopía de un mundo lleno de paz, amor, comunión y el todo gratis que no duró mucho y que se cerró con una marcha en la que los hippies declararon ellos mismos "La muerte del hippie". La utopía del LSD. Si el Summer of Love tuvo el LSD, la Web 2.0 tiene el porno.
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lunes, 30 de junio de 2008
Una utopía que salió mal: The Summer of Love
Quizás alguien haga un documental de aquí a treinta años sobre el furor de la Web 2.0. Mientras tanto, las miradas al pasado pueden ayudar un poco. Aquí se linkea un documental de la serie American Experience de PBS que cuenta la historia del Summer of Love a fines de los sesenta. La historia de la utopía de un mundo lleno de paz, amor, comunión y el todo gratis que no duró mucho y que se cerró con una marcha en la que los hippies declararon ellos mismos "La muerte del hippie". La utopía del LSD. Si el Summer of Love tuvo el LSD, la Web 2.0 tiene el porno.
domingo, 29 de junio de 2008
De cómo Harry Hoo se transformó en el inspector Harry Tsuda
En uno de los episodios de Get Smart -la serie original, no la película estrenada este año- hace su aparición un simpático inspector hawaiano llamado Harry Hoo. Ingresa sin presentarse en la escena de un crimen dando una hipótesis sobre el asesinato que acaba de cometerse. Maxwell Smart, extrañado, le pregunta a uno de los policías quién es ese nuevo personaje y el siguiente diálogo toma lugar:
Smart: Who's that?Policía: That's Hoo.Smart: Who's who?Policía: He's Hoo.Smart: [comprendiendo] Oh, he's who... [confundido] What are you talking about?
Smart: ¿Quién es ése?Policía: Es TsudaSmart: ¿Tiene calor?Policía: Harry Tsuda.Smart: ¿Y por qué suda?.. Oiga, amigo, no esté bromeando.
sábado, 28 de junio de 2008
Raconteurs como pretexto para más música
Una peculiaridad del lanzamiento del nuevo álbum de The Raconteurs este año fue que salió igual para todos: fans, público en general, medios y críticos. La explicación de los porqués de la banda, según su página en My Space:
We wanted to get this record to fans, the press, radio, etc., all at the EXACT SAME TIME so that no one has an upper hand on anyone else regarding it’s availability, reception or perception.
Q. I'm curious how you collect information while you are watching a film. Do you take notes? If so, doesn't that necessarily affect your experience of the film? If not, how do you recollect factual details when you sit down to write about it? — Frank X. White, Silver Spring, Md.
A. I do take notes, though, contrary to popular belief, I do not use a lighted pen. The content of the notes varies — sometimes I jot down lines of dialogue, sometimes plot points, sometimes interesting visual or other stylistic effect — but taking them is mostly a way of keeping my attention focused. Since I rarely have the opportunity to see a movie more than once before reviewing it, I try, in effect, to watch it twice in one sitting. I need to experience the movie in the way everyone else will, but also, simultaneously, to reflect on that experience, to analyze my responses while at the same time allowing myself to have them. This is more complex than it sounds; it's more of an acquired technical skill than anything else, like learning to play left- and right-hand piano parts simultaneously.
Q. I frequently digest films over time, needing to see them at least twice to really form my opinions properly and often my attitude towards them will change. Have you ever given something a very positive review only to change to your mind as time passed and perhaps you saw it again, or indeed, have you ever felt you were unjustly critical of something which you later warmed to? — Elizabeth Nolan, New York City
A. I don't think I've ever, at least since I started reviewing, reversed myself completely on a movie. Sometimes, though, I've seen movies again and felt that the emphasis of my review wasn't quite right — either that I was too hard on minor failings or too forgiving of more significant ones. I can think of quite a few examples, none of which I'm willing to mention here.
viernes, 27 de junio de 2008
Los periodistas expertos
Los críticos de la Web 2.0 no hablan desde una nostalgia pre-tecnológica: simplemente quieren construir un mundo mejor. Verle las malas costuras al entusiasmo jipijipijay de Wikipedia, YouTube y el blogging no implica - no sé por qué algunos piensan eso- desaparecerlos, o enjuiciar anónimos, o apagar sin posibilidad de reclamo el switch de internet y establecer para siempre el tránsito obligado por las bibliotecas físicas. La herramienta en sí no es ni buena ni mala. Se puede matar hasta con un tomo grueso de las obras completas de Vallejo de un golpe en la cabeza. (1)
Hace pocos años hubiera sido difícil concebir la simultánea decadencia del diario junto con el crecimiento de la información. Ese parece ser ahora el caso en muchas naciones. Pero si resulta que buena parte de la información necesita, para lograr calidad, de su vehículo histórico: el periodista y la sala de redacción, ¿es posible el crecimiento del periodismo junto con la entropía del periódico? Si la referencia es al periódico impreso, creo que sí.
La respuesta de los diarios en casi todos los casos es la de reducir personal periodístico. Como se trata de un proceso que tiene varios años ya, hay redacciones que son ahora apenas esqueletos funcionales de lo que fueron en sus años mejores. Y junto con la cantidad se fue el músculo y también la calidad.
miércoles, 25 de junio de 2008
Sobre YouTube
Sigo con Andrew Keen. Uno de sus puntos más enfáticos fue su durísima crítica de YouTube, cosa que a mí me sorprendió porque, bueno, soy un adicto a YouTube, no tanto de los vídeos virales de corte tontón, consagrados por Weezer, como de vídeos de mis intereses particulares. Aunque parte de la crítica de Keen se debe al robo de contenido -yo puedo ver vídeos sin pagar un cobre tal como si bajara por torrent un disco de estreno-, la otra parte de la crítica estaba dirigida a la publicidad: poco a poco se está dejando de distinguir entre contenido auspiciado y contenido genuinamente "inpedendiente". Keen defendía la manera que los medios tradicionales habían encontrado de separar publicidad y noticia. El publicherry -que en la prensa peruana existe en modo abierto y velado- podría, con la Web 2.0, no distinguirse nunca. Ojo, el debate se centra sobre todo en la confiabilidad, en la autoridad, y en la mecha abierta de los usuarios de la Web 2.0 contra los medios tradicionales, esas grandes corporaciones que supuestamente ocultan y distorsionan la verdad.
martes, 24 de junio de 2008
Andrew Keen y las preguntas que quedan
Lo de Andrew Keen, en el post de ayer, suena sumamente razonable, salvo cuando habla del narcicismo y de la exacerbación del yo en la Web 2.0. Personalmente esto no me parece un problema: difícilmente el egotismo en la red es completamente ensimismado. Ahí están los comments que modifican o dialogan con ese yo. Es más, es casi consustancial al yo de la Web 2.0 esa búsqueda de atención de los otros. Quizás el diálogo -o la sensación de diálogo- se cree por default, pero finalmente está ahí. Por otro lado, la vanidad del yo de la Web 2.0 por imponer a toda costa su opinión -correcta o no- como verdadera no creo que relativice la verdad. Es un paso previo necesario. Lo que Keen reclama es jerarquización o autoridad: ¿quién finalmente detecta la mejor verdad entre todas las verdades? Es una buena pregunta. Pero el ego-trip -tan popularizado en la blogósfera peruana- no me parece un defecto, siempre y cuando no se olvide que lo que se busca es la mejor respuesta a algún problema.
Los no-contactados ya habían sido contactados
Finalmente llegó la confesión: la famosa foto de la tribu no-contactada no fue tan accidental. El fotógrafo Jose Carlos Meirelles sabía lo que estaba buscando porque datos sobre la ahora célebre tribu se conocían desde 1910. Imagino que todo un debate se abrirá sobre si una foto -si una mirada- es suficiente para contactar a alguien y si eso desbarata en parte el purismo del aislamiento.
Survival International, the organisation that released the pictures along with Funai, conceded yesterday that Funai had known about this nomadic tribe for around two decades. It defended the disturbance of the tribe saying that, since the images had been released, it had forced neighbouring Peru to re-examine its logging policy in the border area where the tribe lives, as a result of the international media attention.(...)Meirelles, one of only five or so genuine sertanistas, has no regrets, arguing that the pictures and video released to the world were powerful and indisputable evidence to those who say isolated tribes no longer exist. 'Alan García [the President of Peru] declared recently that the isolated Indians were a creation in the imagination of environmentalists and anthropologists – now we have the pictures.'
lunes, 23 de junio de 2008
El culto al amateur
Un par de videítos en la pugna por desautorizar los contenidos de la web 2.0 o entronizarla como la Buena Nueva. El primero es un documental holandés que presenta el debate en torno a Wikipedia: posturas a favor y en contra. El segundo solo presenta la postura en contra del inglés y elocuente Andrew Keen: conferencia sobre su libro The Cult Of The Amateur. Como siempre, la verdad debe estar en un punto intermedio entre los entusiastas y los aguafiestas, los libertarios irresponsables y los responsables, los apocalípticos y los integrados.
"The questions surrounding Wikipedia lead to a bigger discussion of Web 2.0, a phenomenon in which the user determines the content." (...) " These sites would appear to provide new freedom and opportunities for undiscovered talent and unheard voices, but just where does the boundary lie between expert and amateur?"
"If we are going to civilise the internet, if we are going to make it a place that we can enjoy going, then we need rules"
viernes, 20 de junio de 2008
¿Es "Viva la Vida" el mejor disco de Coldplay?
¿Merece Coldplay un post?, cabría también preguntarse. Quizás la novedad sea que el cuarto disco de los británicos, Vida la vida, ha sido producido por Brian Eno, una especie de Phil Spector arty y posmoderno, reconocidísimo por haber tocado con su halo conceptualizador a iconos como David Bowie o U2, y él mismo un excelente artista solista, sobre todo en los discos inmediatamente posteriores a su salida de Roxy Music en los setenta (Here Come The Warm Jets (1973) y Taking Tiger Mountain (By Strategy) (1974) son obligados). Coldplay contrató a Eno y el resultado es Viva la vida que, como todo disco de Coldplay, de primera impresión es rochosamente flojo, pero luego, mientras rota incansablemente en medio del trabajo pendiente, va reptando como un insecto y se vuelve culposamente adictivo. Debe ser, creo, uno de los mejores discos de este año.
X & Y
Coldplay
2005
Con X&Y queda claro que Coldplay está aplicando la fórmula del menos a más, o de la música vista como un remedo de las Olimpiadas: aprende de tus errores, supérate a ti mismo, toma Gatorade. Chris Martin seguramente pensó que con Parachutes –el primer disco de su banda- obtuvo la medalla de bronce, y que el X&Y tendrá de largo la de oro. Se equivoca: el Parachutes era un disco chiquito, pero genuinamente melancólico, el rincón alternativo que ciertas almas en pena sintieron como propio y personal. Pero el éxito borra a futuro cualquier intento de intimidad. El A Rush of Blood to the Head confirmó a Martin en su nueva pose de súperestrella y este X&Y ya lo viene catapultando a la de un gurú cuya calvicie prematura le hace olvidar que tiene apenas 28 años, una hija llamada Apple y una esposa llamada Gwyneth (que es, en realidad, más famosa que él).
Es por eso que los mensajes de X&Y no suenan falsos: suenan llanamente idiotas. “Sólo necesitas a alguien que escuche lo que dices”; “¿Cómo puedes saberlo si no lo intentas?”; “Cada vez que lo intentes y no lo logres… una luz te guiará”. Basta. Chris Martin dice que no tiró hasta los 22 y que jamás acepta un porro. Pregunto: ¿a qué clase de tragedia tuvo que sobreponerse para haber necesitado de una luz, de una mano salvadora, de una pepa urgente?
Quizás sucedió en ese viaje mientras sobrevolaba el África en su tour pro Fair Trade (comercio justo) y su avioneta casi sucumbe a la turbulencia y a una imprevista tormenta de arena. Martin, en ese momento de enfrentamiento con la muerte, confesó que se dijo: “felizmente el disco está ya casi terminado”. Y eso es. Un Chopra juvenil que en una mano tiene la frase plástica exacta y en la otra el libro contable del exitismo.
Y funciona de maravillas: Coldplay es número uno indiscutible del mundo, tiene ventas envidiables y deja estadios llenos regados a su paso. Sabemos que esa ruta ya la transitó Bono y U2, pero al menos éstos tuvieron al Belfast sangrante y un catolicismo muy bien llevado -que es, al fin y al cabo, una religión afecta al impacto de lo sensual. Y Martin es desabrido, asexuado, frígido como una línea blanca de cocina o el olor softly de un pañal. ¿Es por eso que calan tanto en el gusto masivo? No me queda la menor duda.
En todo caso, musicalmente Coldplay no intenta enmendarle la plana a sus mayores: calca a la perfección todo el arena rock de los irlandeses, esperando eso sí, que sus melodías se escuchen si es posible hasta la galaxia vecina. ¿Por qué contentarse sólo con Nueva York o Los Ángeles? “Quizás haya computadoras buscando vida en la Tierra”, dice Martin. Así que de embajador terrícola del IPRI no baja. De todos modos hay medalla al mérito, ciertos detalles que son camp y que funcionan: los “oh-oh-oh” de “Square One”; la copia de la copia de la balada triste con piano de “What If”; toda la primera guitarra de “White Shadows”, cortesía de la creatividad fagocitada de The Edge; o “X&Y” y su viaje hasta la estratósfera.
Todo esto hace pensar que quizás la proeza New Age de Martin vaya por otro lado: la de haber convertido el power rock en unánime muzak multiuso. En ascensores, en librerías, en la sección verduras del supermercado, en la espera en el cine o en el consultorio: Coldplay jamás desentona, es un sitio conocido, a place called home. Hace poco la chica aburrida, bloqueada y rezongona con la que trabajaba al lado me dijo: “¿oye, y no tendrás Coldplay?”. Lo puse y le di toda la razón. Porque el de Coldplay es un ruido blanco que no molesta ni distrae, y que aumenta la productividad. Y quizás sea ésa la idea que tiene Martin del negocio justo.
El primer Coldplay
El último:
lunes, 16 de junio de 2008
Traducciones 1
domingo, 15 de junio de 2008
Antirracismo preventivo
viernes, 13 de junio de 2008
¿1984 o 2540?
Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone mantener una lucha justa contra la infelicidad, ni el pintoresquismo del combate contra la tentación o contra un pasión fatal o una duda. La felicidad nunca tiene grandeza.
"Pues yo quiero incomodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, peligro real, libertad, bondad, pecado.""En suma -dijo Mustafá Mond- usted reclama el derecho a ser desgraciado.""Muy bien, de acuerdo -dijo el salvaje, en tono de reto-. Reclamo el derecho a ser desgraciado."
lunes, 9 de junio de 2008
Caliente, frío
Las peligrosas son las que juegan con los sentimientos, las que hacen creer que existe una posibilidad de formar algo, cuando en realidad esa posibilidad es nula. Las que enamoran sin enamorarse.
tengo esta imagen en la cabeza de una mujer muy guapa ilusionando a un hombre, con un pasado no tan exitoso en lo que a las mujeres respecta
viernes, 6 de junio de 2008
'My Sharona': génesis, desarrollo y quién era Sharona
El 45 debe estar por ahí, en un rincón de la casa materna. En algún momento se rayó a mitad del solo glorioso, pero luego, no se cómo, se arregló en un esfuerzo de paranormal autoconservación y fluyó de principio a fin. "My Sharona" es la quintaesencia del hit rockandrolero. Intenté varias veces copiar la magia de Berton Averre, uno de los guitarristas más subestimados y creativos que he escuchado, pero sin mayor éxito. Mi fanatismo por The Knack no cesó ni cuando leí el eslógan "Nuke The Knack". Cómo los odiaron en su momento, pero hoy suenan casi atemporales. Para quien escuche o vea The Knack Live At The Carnegie Hall (1979) -estuvo por un tiempo brevísimo colgado entero en YouTube- se encontrará una banda casi perfecta, afiatadísima, que me gusta comparar con The Strokes, también fantásticos en vivo. Pero la inspiración es cruel -al igual que el ego tanático de Doug Fieger- y después de dos discos The Knack cayó en el olvido hasta que Winona Ryder y su comparsa de desorientados los desenterraron en Reality Bites. Desde entonces creo que se aferraron bien a la inmortalidad. Pesqué un documental casi fresquito para los estándares de YouTube sobre la canción. Va en tres partes. Bruce Gary, el baterista, murió en el 2006, pero aparece en el vídeo mostrando cierta amargura.
1
2
3
(un post parentético)
Daniel Salas, con la pedantería que lo caracteriza, me ha banneado con el pretexto que lo he calumniado. Daniel se mete contigo si le place (saca arbitrariamente colación mi colaboración con terra como inconsecuencia ideológica pero, al saber que no me aprovechado pecuniariamente del asunto, me tilda de vanidoso) pero no le gusta que le busquen las costillas.
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