Lo de Andrew Keen, en el post de ayer, suena sumamente razonable, salvo cuando habla del narcicismo y de la exacerbación del yo en la Web 2.0. Personalmente esto no me parece un problema: difícilmente el egotismo en la red es completamente ensimismado. Ahí están los comments que modifican o dialogan con ese yo. Es más, es casi consustancial al yo de la Web 2.0 esa búsqueda de atención de los otros. Quizás el diálogo -o la sensación de diálogo- se cree por default, pero finalmente está ahí. Por otro lado, la vanidad del yo de la Web 2.0 por imponer a toda costa su opinión -correcta o no- como verdadera no creo que relativice la verdad. Es un paso previo necesario. Lo que Keen reclama es jerarquización o autoridad: ¿quién finalmente detecta la mejor verdad entre todas las verdades? Es una buena pregunta. Pero el ego-trip -tan popularizado en la blogósfera peruana- no me parece un defecto, siempre y cuando no se olvide que lo que se busca es la mejor respuesta a algún problema.
En lo que sí Keen me hace cambiar de opinión es cuando habla de "media literacy" o alfabetización mediática. Cuando se discutía aquí lo de Puerto el Hueco mi posición era que cada uno debía ser responsable de distinguir entre fuentes de información confiables de las que no lo son. Puerto el Hueco no lo es y, por lo tanto, no se debe creer nada de lo que sale publicado ahí (es más, ni siquiera sirve como termómetro de lo que anda "pensando la gente"). Sin embargo, ¿cómo alguien puede saber si es o no es un sitio confiable? A mí se me señaló que no todos estaban al tanto de cómo funcionaba internet. Y tenían razón. La Web 2.0 aún no tiene entre sus nortes la alfabetización mediática. Es más, lo que promueven a cierto nivel es lo contrario: el analfabetismo mediático, el no poder distinguir un contenido de otro, el no saber analizar ni jerarquizar. Es un buen punto.