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sábado, 10 de octubre de 2009

Sangrecitas en temporada de Nobel

Provincianismo peruano con el Nobel: Así daba El Comercio la noticia del Nobel de literatura hace unos días: "El Nobel de Literatura perdió otra vez a Vargas Llosa: lo ganó una alemana". Es decir, para El Comercio la noticia es la no-noticia, lo que no ocurrió y lo que no tenía necesariamente por qué ocurrir. En vez de mostrar al menos un pequeño atisbo de curiosidad por una autora que muy pocos conocen, el decano desvía el tema de conversación para alentar algo de chauvinismo. Los comentarios acusan recibo de esa invitación, cómo no.

Del luto de negro al luto de rojo. Ayer, también en El Comercio, la noticia de la muerte de Arturo Cavero se daba con una franja en negro en su página web. Hoy ha cambiado a rojo, imagino que por las implicancias patrióticas. Actualización: volvió a cambiar a negro. Mmm...







¿Cómo se procesa la muerte? No todos piensan ni sienten la muerte de la misma manera. Algunos prefieren el silencio, otros el llanto, otros el homenaje que mezcla la alegría con el coraje. Pero a otros les gustaría que hubiese más muertos. Del FB del Utero: "primero fue la Negra Sosa, hoy el Zambo Cavero y mañana matan a Obama por ganar el Nobel. van a ver." Curiosamente el autor está próximo a abrir un taller donde los inscritos aprenderán "estrategias y técnicas para que una web personal sea más influyente e importante que un medio de comunicación masivo, como el periódico o la televisión." Ahí nos vemos: este blog busca desesperadamente ser influyente. A ver cómo es.

El extraño fenómeno del outing local. En vista del deceso Cholotube, pareciera que la curiosidad sobre el comportamiento sexual de las celebridades acumula tanta presión que produce inevitablemente flatulencias periodísticas. Hace un par de días Beto Ortiz y la actriz Malú Costa debatían con altura en la TV qué tan amigas podían ser la bailarina Karen Dejo y la modelo Thalía Estabridis con Liliana Castro Manarelli. Análisis de fotos de la revista Magaly TV, ángulos, miraditas, sonrisitas, y el disclaimer superado siempre listo de 'ay, pero ni que te acusaran de ser criminal'. 

A propósito del tema, una persona me pasó este sencillo texto publicado en El Mundo hace un par de años. Resalto unas líneas solo para invitar a la meditación profunda a todas esas mentes liberadas:

Si bien es cierto que cada vez podemos poner más rostros y más nombres al término homosexual, también es verdad que es la propia persona quien debe tomar la decisión de hacer pública su orientación sexual. Lo paradójico de la situación es que cuánto más visibles sean los homosexuales, más posibilidades tienen de que se respeten sus derechos y alcancen una mayor igualdad.

De hecho, el 'outing' implica una actitud que niega la igualdad de esos derechos. Desde esta perspectiva, resulta lamentable que algunos políticos en países democráticos, modernos se permitan el lujo de negar dicha igualdad por cuestiones religiosas, sociológicas o incluso económicas.

Para que el 'outing' pase a la historia sería necesario que las personas homosexuales sientan que el contexto en el que viven va a garantizarles respeto y seguridad civil −igualdad de derechos−. Es decir, que a nivel social esté superado el estigma con el que la homosexualidad ha sido castigada.

En efecto, sin discriminación en completa vigencia no habría outing. Piensa, pe, mi estimado.

Blogueo y conflictos de interés, blogueo y conflictos de interés, blogueo y conflictos de interés. Repetido tres veces para que quede claro. Es, creo, el gran tema de este año en la blogósfera. Mientras los gurúes de lo 2.0 insisten que ahora hay otra ética y otra forma de trabajo con los contenidos informativos y allá tú si te nivelas o no, algunas personas sensatas piensan que el desplazamiento de los mismos hacia la publicidad escondida ya se está haciendo demasiado engañoso. Hoy, todos vivimos en el show de Truman, ametrallados de propaganda sin siquiera saberlo. Y no lo sabemos básicamente porque muchos bloggers/FBookeros/prosumidores se saltan con garrocha mencionar eso que es parte del título de esta sangrecita: el conflicto de interés. ¿Para qué, pues? En EEUU, el debate hierve, pero aquí no se oye, m'hijo. 

Todo ha empezado con esta noticia, una pequeña bombilla de hace unos días: "Bloggers Must Disclose Payments for Reviews", via NYT. Es cierto que por allá el tema es más sensible que acá, considerando que el publicherry es norma en el periodismo nacional, pero no estaría de más empezar a disparar sobre esos conflictos de interés -sin disclosure, claro- que están pasando piola en posts a veces bien extraños. Digo yo.

La discusión sobre los conflictos de interés de las reseñas cinematográficas norteamericanas en este muy buen post de Anne Thompson de IndieWire. Unas líneas:

New media critic: get paid small sums by the story—or live off share of ads on your blog or site. Report on set visits (paid by studio). Post early photos, poster art, clips and trailers (supplied by studio). Attend junkets for access to filmmakers and stars (paid by studio). Attend film festivals for access (sometimes paid by junketing studio or festival).

You do the math. Will the bigger sites adopt old journalism rules about conflict of interest and junkets? Not bloody likely. Most of them aren’t trained as journalists in the first place. They are film fans, thrilled to be sharing their passion with their readers. Most are barely scrabbling together a living wage. Will their need for studio access have an impact on what online media outlets will cover and write? Absolutely.

Aplíquese la misma idea por aquí a todo lo que lean. Y hagan también las matemáticas.

La Paramount cruzó un rubicón bien peliagudo este año cuando decidió no mostrar con anticipación la película GI Joe a los críticos de prensa tradicional, pero sí a algunos bloggers y páginas web. La medida era para evitar que la crítica profesional afectara con sus juicios aplastantes la afluencia del público en el estreno. Los bloggers tuvieron, casi todos, reseñas positivas. Unas líneas de una nota aparecida en el Huffington Post:

Devin Faraci from the film Web site CHUD.com is one of the few writers who have seen it for review purposes, and not just for junket interviews. He's among the critics who've contributed to the movie's 88-percent positive rating as tabulated by Rotten Tomatoes, saying: "If I was 10 years old, `G.I. Joe' would be one of the best movies I had ever seen."


La vida 2.o ya no da sorpresas, ya no da sorpresas la vida 2.0.

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