La frase que titula el post se la escuché a una señora en esa extraña manifestación de unas decenas de personas en las afueras del Palacio de Justicia según se pudo ver en la transmisión de ATV a cargo de una reportera que, dicho sea de paso, no dudaba poner en tela de juicio el juicio, valga la redundancia. Me hizo recordar las manifestaciones de apoyo nuestro ex-presidente extraditado. Y quizás Magaly sea eso, el fujimorismo hecho espectáculo: no importa la legalidad, lo que importa es la carne molida de la farándula lanzada a las masas para que tengan su particular versión masticada y populista de la justicia. "¡Ella nos ha mostrado la verdad!", gritaba otro manifestante arañándose la garganta. ¿Por qué la verdad de la intimidad de los personajes públicos podría ser tan crucial e importante para el interés público? ¿Por qué los derechos individuales no? Estas demostraciones, de ser sinceras y realmente espontáneas, confirman que Magaly ha hecho de su trabajo una estupidización admirablemente efectiva. Es el mundo al revés.
Opina Fernando Vivas: 'Espero que el tiempo en prisión le sirva de reflexión a Magaly Medina'
Y, además, un buen post del Sr. Godoy viendo el lado legal del asunto. "Justamente, para gozar de una mayor libertad, hay que ejercerla éticamente."