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jueves, 5 de marzo de 2009

Peces, huaycos, etc.


Pez grande se come al pez chico. Es verdad: es necesario señalar el viejo truco de jamás citar a la fuente original y esperar que otro -el amigo- lo rebote para recién hablar del tema. Silvio Rendón lo fraseó así: "'Ignoran' al blog del que están al tanto, hasta que en otros blogs se rebota el tema. Recién entonces tocan el tema citando a esos otros blogs y no al blog donde se inició la discusión." Esto fue el año pasado. El procedimiento es tan deshonesto como cuando los medios escritos solían pericotear contenido de blogs sin citar el origen. Ahora se ve eso menos, porque los medios se han acostumbrado a citar un microuniverso de dos o tres blogs. Lo que ha cambiado es que ciertos blogs -los más citados- se han hipertrofiado a tal punto que están en la misma relación con los blogs chicos que aquella que unía a los medios escritos con los blogs grandes. Pez grande se come al pez chico, lo metaboliza y engorda más. 

Huaycos de la blogósfera. Lo que sí no se puede negar es que el aluvión de visitas de los blogs grandes -y el aluvión de comentaristas- parece casi un fenómeno natural, un huayco que arrastra todo a su paso: links, fuentes, citas, etc. Seamos honestos: la política de los links no es relevante para la lectura, es relevante solo para armar una red. Solo el internauta altamente alfabetizado rastreará links. La gran mayoría se contenta con agua de caño embotellada. Los huaycos de información -provocados por rebotadores, refraseadores, agregadores, etc- son casi imposibles de detener y de contraarrestar. *

¿Cuál es la opción? Al igual que con los huaycos reales, la forma más inteligente de evadir los virtuales es no levantar la casita bloggera en sus laderas informativas. Es decir: que tus temas no choquen con los de ellos. Pero ojo: los huaycos son omnívoros. No es solo información lo que tragan para engordar. También son lecturas, intepretaciones, ángulos o miradas. Por lo pronto -al igual que intentó Facebook hace unas semanas, esa trampa mortal- ya se ve con claridad cómo el contenido de los comentaristas -de los lectores que son usuarios- pasa a ser propiedad del blog.

Los malos comentarios siempre son citados. Esto es lo curioso. Un mal contenido suele ser citado con pelos y señas, pero uno bueno quedará a veces subsumido en la retórica del post. El mal contenido, el contenido venenoso, el virus, es la carnada para atraer visitantes heroicos con complejo de insecticida. Sin duda, es una gran manera de desprestigiar a la competencia y su punto de vista. Matas dos pájaros de un tiro, o un post.

Flojos y flojonazos. El flojo normal es el rebotador independiente. Pero el flojonazo con roche, el vivo del fondo del salón, el copión en el examen, es el rebotador de medio grande. Este nuevo fenómeno lo encarna Carlos Carlín de Peru21. Qué gracioso

Ventajas y desventajas. Al igual que con la TV abierta y el cable, los blogs de poco tránsito tienen la ventaja de tener un contenido algo más destilado, variado y desgranado. Los de muchas visitas cada vez se van pareciendo más entre ellos: mismos temas, mismas conclusiones, mismo estilo, mismos tics, la misma huevadita achori del que tiene su enterizo listo para entrar en acción judiciaria. Es decir, se van pareciendo cada vez más a sus comentaristas. Triste destino de ciertas redes sociales. No se culpe a nadie: el control lo tiene el que navega. A seguir chambeando.

Twitter y Jon Stewart. Se confirma la tendencia. Se twittean sonseras. ¿Qué viene después del Twitter? El Grunter. Lo que me hace recordar: ¿qué fueron de los debates via Twitter de Peru21? Mesa redonda entre grunters.



ACTUALIZACIÓN: Si no se entendió el palabreo, aquí la versión visual-musical de lo arriba descrito. ¿Se entiende mejor? Qué tal virtuoso del copy-paste. ¿Es un artista, es un ladrón, es Superman, es un visionario? Via Sasha Frere-Jones.




* La metáfora del "huayco" me la provocó esta columna de Mirko Lauer sobre un tema que no tiene nada que ver con este post.

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